martes, 21 de diciembre de 2010

¿Quién gana la batalla?

¿Quién está supeditado a quién? ¿Es la publicidad la que marca el orden de la información? o, en cambio, ¿la información se adapta a la publicidad? A lo largo de estos tres años que llevo estudiando la bonita carrera de periodismo me he dado cuenta de que, por desgracia, es la publicidad quien gana la batalla. Es lógico ¿no?, la publicidad es la que da dinero a un periódico y por lo tanto, ella manda.

Y si la publicidad es la que manda, ella es la que decidirá donde quiere ir y donde se le va a ver mejor. Y aquí sí que entra en juego el periódico. Es este el que determina sus páginas más caras (la portada por encima de todo) y los módulos que ceden. Pues bien, a lo largo de este post vamos a ir observando algunas páginas en las que la publicidad llama más la atención que la misma información, es decir, por lo que se supone que hemos comprado el periódico. Y cómo, además, las antiguas formas de colocar la publicidad en un rectángulo y nada más, ya se ha quedado obsoleto.


El primer ejemplo que tenemos son dos páginas del diario gratuito ADN. La división de las páginas en dos es bastante peculiar, se ha trazado una diagonal de derecha a izquierda y de arriba a abajo que ha hecho que la hoja quede dividida en dos triángulos perfectos. Con todo esto, el grueso de la imagen publicitaria se queda en la página par, mientras que la información mas pesada recae en la impar. La publicidad en página par es más cara que la impar y en este anuncio podemos ver como Volkswagen se tiene la lección aprendida.


Cuando a los publicistas les da por dejar volar la imaginación, no hay quien les gane. Aquí vemos una publicidad, ante todo, original y que, por supuesto, hace que la información se rinda a sus pies. No se ve claramente a que diario pertenece (está claro que con esas 6 columnas infinitas, a uno español no), pero se imita la silueta de las patatas fritas saliendo del paquete de la conocida marca de comida rápida. Al no verse bien la imagen no podemos distinguir claramente si la parte que simula las patatas tiene letras, pero si fuera así, sería algo difícil de leer.

De nuevo un diario no español. Se ve claramente como es la publicidad, en este caso el coche, la que ordena la información. Desde el capó hasta el maletero, este monovolumen dispone de las columnas a su antojo y, permaneciendo la carga publicitaria entre las dos páginas, reordena toda la información de su alrededor.


No sabemos exactamente que diario es, lo que si está claro es que pertenece al grupo Vocento. Vemos como la publicidad hace un "bocadillo" con una única noticia que hay en la página. Además podemos observar como la publicidad perteneciendo al mismo anunciador se reparte en dos, y como consigue que primero miremos el recuadro de abajo donde se nos avisa que la publicidad sigue más arriba.

Estos son algunos de los muchos ejemplos que podemos encontrar día a día en los diarios que van pasando por nuestras manos, aunque algunas no sean tan originales. Sin nada más me despido, gracias por su atención.

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